viernes, 19 de marzo de 2010

Aspirinas para los de la capucha

Me apoyé en la barra, charlé con una amiga y me pedí una cerveza. Conocí a un amigo de mi amiga y cambiamos los tres impresiones sobre cine y música ( coincidimos en que la mejor película de Lars Von Trier es "Los Idiotas" y en que el disco de Animal Collective es muy bueno).

Cuando comenzó el concierto todos nos giramos hacia el pequeño escenario preparado en uno de los extremos del bar. Un chico con buena voz y camisa horrible, y dos chicas con instrumentos y vestidas de rojo interpretaron versiones que todo el mundo conocía ("The man who sold the world" de Bowie, una del OK Computer, El Niño Gusano, Jeanette...), y mientras parte del público intentaba escuchar, la otra parte se dedicaba a dar gritos y a comentar los acontecimientos de la semana a voces ( y me da la impresión de que ninguno había inventado una cura contra el cáncer).

Me gusta mucho la música en directo pero no me quedé a la segunda parte del concierto porque estaba harto de conversaciones ajenas. La situación en la calle era aún peor. Muchachos embriagaditos paseaban en grupo emitiendo alaridos, e incluso algunos en coche se dedicaban a pitar y a piropear en marcha a las chicas que en la acera decidían dónde sentarse a beber.

Hoy por la mañana la calle estaba llena de mierda. Bolsas del Opencor, meadas, vasos rotos y gente con la capucha puesta para protegerse de la lluvia y de la luz. Cuando uno está tan borracho le hace gracia la gente que tiene que trabajar. Odio las vísperas de festivo, me encantan los festivos cuando yo estoy fresco. Aspirinas para los de la capucha.

martes, 16 de marzo de 2010

Una Ópera Egipcia

Ayer volví a escuchar la radio musical como lo hacía hace 15 años: con emoción y curiosidad.

Recuerdo las tardes grabando en cinta canciones del Diario Pop para luego escucharlas una y otra vez (así descubrí a Patty Smith), y por un momento volvió a ser lo mismo. Julio Ruiz estrenó en Disco Grande el nuevo trabajo de Los Planetas, "Una Ópera Egipcia", y ahí estaba yo, prescindiendo de la siesta para seguirlo en primicia.

Las canciones necesitan más escuchas para ser juzgadas, pero los granadinos siguen jugando con dos barajas, una flamenca y otra rock, con hits cargados de frases lapidarias que resumen en tres palabras una despedida, un año de amor, o cuatro de estar hasta los huevos con una relación.

Yo por ahora me quedo con "No sé cómo te atreves".

http://www.youtube.com/watch?v=cEeGd-gLYf0

sábado, 6 de marzo de 2010

No tengo talento


A mí lo de los premios nunca me ha ido demasiado, y no me vengan con que rechazo todo aquello que vende, porque he disfrutado como un enano leyendo a Michael Crichton o a Dan Brown. Esta es la primera novela de Lucía Echevarria que llega a mis manos, y seguramente será también la última. A mí lo de esta señora no me vale.

"Lo verdadero es un momento de lo falso", publicada hace unas semanas por "Suma de Letras", es una sucesión de tópicos: el grupo alternativo que vive la vida loca, la cuarentona atractiva que se liga a uno de sus integrantes, la vida rutinaria de la pareja de la que hay que escapar de vez en cuando, la muerte de una estrella del rock...

Tengo que reconocer que nunca me ha caído bien Echevarria y no entiendo cómo una doctora Honoris Causa por la Universidad de Aberdeen puede, por ejemplo, describir de un modo tan repipi las relaciones sexuales como lo hace en esta novela.

Por lo que se refiere al estilo, a veces se agradece que prime la historia al texto, que dejemos atrás los giros prusianos en las novelas que tanto gustan a algunos autores, pero hombre... ni tanto ni tan poco..., con ésta se queda uno con la misma impresión que después de ojear la etiqueta del champú mientras caga, que si extracto de kiwi, que si nueva fórmula más suave... un ratito lo lee porque no hay otra cosa a mano, pero llamarle literatura...



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