viernes, 19 de marzo de 2010

Aspirinas para los de la capucha

Me apoyé en la barra, charlé con una amiga y me pedí una cerveza. Conocí a un amigo de mi amiga y cambiamos los tres impresiones sobre cine y música ( coincidimos en que la mejor película de Lars Von Trier es "Los Idiotas" y en que el disco de Animal Collective es muy bueno).

Cuando comenzó el concierto todos nos giramos hacia el pequeño escenario preparado en uno de los extremos del bar. Un chico con buena voz y camisa horrible, y dos chicas con instrumentos y vestidas de rojo interpretaron versiones que todo el mundo conocía ("The man who sold the world" de Bowie, una del OK Computer, El Niño Gusano, Jeanette...), y mientras parte del público intentaba escuchar, la otra parte se dedicaba a dar gritos y a comentar los acontecimientos de la semana a voces ( y me da la impresión de que ninguno había inventado una cura contra el cáncer).

Me gusta mucho la música en directo pero no me quedé a la segunda parte del concierto porque estaba harto de conversaciones ajenas. La situación en la calle era aún peor. Muchachos embriagaditos paseaban en grupo emitiendo alaridos, e incluso algunos en coche se dedicaban a pitar y a piropear en marcha a las chicas que en la acera decidían dónde sentarse a beber.

Hoy por la mañana la calle estaba llena de mierda. Bolsas del Opencor, meadas, vasos rotos y gente con la capucha puesta para protegerse de la lluvia y de la luz. Cuando uno está tan borracho le hace gracia la gente que tiene que trabajar. Odio las vísperas de festivo, me encantan los festivos cuando yo estoy fresco. Aspirinas para los de la capucha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Seguidores

Datos personales