Miraba fijamente la sartén, los sanjacobos seguían crudos después de hora y cuarto de proceso de freído. El aceite formaba burbujas alrededor del rebozado, pero la escarcha seguía sonriendo. Animó el fuego con un soplete y apagó la campaña extractora por si pudiese influir, pero finalmente tuvo que comer ensalada. Aceitunas gordal y pimiento del piquillo. No se puede gastar tanto gas.
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