domingo, 17 de enero de 2010

El cónsul del bostezo


Quedan los versos recitados y la reivindicación cinematográfica de un poeta fundamental del Siglo XX, pero la vida de Jaime Gil de Biedma no tiene la carga dramática suficiente para hacer una película interesante.

Lo que les cuento lo han visto ya cientos de veces: en el "Cónsul de Sodoma" Sigfrid Monleón pone en el anzuelo para intentar pescar al espectador lo que muchas veces ha utilizado el cine español cuando no tiene otros argumentos: desnudos. Lo que ocurre es que ahora ya no es tan fácil escandalizar al público porque ya hemos visto a Sabrina enseñando una teta en prime time, y los videos porno son los más descargados de internet. Todos los espectadores que están en la sala del cine han visto a actores haciendo todo tipo de cosas con las excusas más tontas, incluso algunos habrá que hayan sido protagonistas de videos del pornotube...

¿De qué sirve entonces que salgan penes, incluso alguno erecto, y orgías en las que supuestamente participó Gil de Biedma?. ¿Erotismo con coartada intelectual? Lo del señorito de familia de derechas que sale retorcido está también más visto que el tebeo. Y Bimba Bosé sería mejor que se dedicase a sus "Cabrioletadas" (¿cómo de una familia tan interesante han podido salir vástagos tan mediocres?).


Lo del escándalo en una España fácilmente escandalizable no sirve ya.

1 comentario:


Seguidores

Datos personales