miércoles, 6 de enero de 2010

El síndrome de disconformidad perpetua


Cada día me cuesta más levantarme. No consigo escuchar el despertador. El aparato suena- es uno que me regalaron los de Air Berlín-, y yo en sueños lo convierto en el pitido de un tren, en un perro aullando o en la sirena de un barco que parte hacia América.
Y no es que las noches sean emocionantes. Ayer tomé una cerveza Super Bock y acabé de leer "El símbolo perdido" de Dan Brown (no me cuesta reconocer que que a veces pierdo el tiempo con ese tipo de tonterías. También he visto "Avatar" y a veces como mejillones en escabeche a pesar de que me sientan mal).
Atribuyo mi dificultad para levantarme a que circulo por una carretera sin curvas. Amo los cambios y hace tiempo que las cosas son monótonas. Comienzo proyectos que se pierden en la niebla, trazo planes que me emocionan durante cinco minutos, añoro cosas que al darles alcance se esfuman... en realidad...no eran para tanto...¿Por qué sigo andando? Porque me encanta que cuando pido un café me dibujen un avión con la espuma.
También sigo disfrutando de la música. Desde hace semanas soy esclavo de "lust for life" de Girls. Me hace sentir como cuando me siento en la terraza bajo el sol de primavera, despreocupado, ojeando un libro recién comprado.

http://www.youtube.com/watch?v=SuoTjYYqe4c


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